Como lo hemos mencionado en otros textos, la diabetes es una de las enfermedades más comunes en la actualidad, por lo tanto, se ha convertido en una de las principales causas de muerte y discapacidad en Latinoamérica.

Tal como las enfermedades cardiovasculares han mostrado un crecimiento exponencial en las últimas dos décadas, en México, hasta constituir la primera causa de muerte en la población adulta.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) muestra la prevalencia de marcadores de enfermedad cardiovascular (ECV) en adultos: diabetes mellitus, 13.5%; tabaquismo, 10% en mujeres y 30% en hombres; hipertensión arterial, 26.5%; hipercolesterolemia, 26.5%; sobrepeso y obesidad (índice de masa corporal ≥25 kg/m²), 70%.

En este caso, el desarrollo y progreso de este tipo de enfermedades crónicas avanzan a pasos agigantados, en su mayoría se debe al estilo de vida que se lleva a cabo.

Es decir, la alimentación poco saludable, la inactividad física y factores como el consumo de tabaco y la ingestión excesiva de alcohol tiene un efecto acumulativo, o incluso sinérgico, que propicia una mayor incidencia de enfermedades crónicas.

Incluso es alarmante el aumento de la obesidad en las últimas décadas en todo el mundo, por lo tanto, se podría colocar la mala nutrición por exceso en un primer plano como determinante de enfermedades crónicas.

Los principales factores que desequilibran y ocasionan el desarrollo de la obesidad, es la falta de alimentación saludable, así como la inactividad física. 

Esto se puede determinar debido al exceso de tejido adiposo, en particular en la región abdominal, se ha relacionado con la agrupación de factores de riesgo que constituyen el síndrome metabólico (hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad central y glucosa en ayuno alterada) y cuya presencia confiere mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 2.

Relación entre el riesgo vascular y la diabetes

No es un secreto que a partir de que un paciente es diagnosticado con diabetes, puede desarrollar diversas enfermedades debido al desgaste que propicia la misma.

Ello va en relación con enfermedades como la obesidad o enfermedades cardiovasculares. Por lo que su principal factor de riesgo es la inactividad física, dentro de este contexto.

El tener una enfermedad como la diabetes, altera los niveles de glucosa, por lo tanto, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios que controla el corazón.

 Las personas con diabetes también tienen más probabilidades de tener otras afecciones que aumentan su riesgo de presentar enfermedad cardiaca:

• La presión arterial alta aumenta la fuerza con que la sangre se mueve por las arterias y puede dañarlas. Tener tanto presión arterial alta como diabetes puede aumentar considerablemente el riesgo de enfermedad cardiaca.
• Tener un nivel muy alto de colesterol LDL (“el malo”) en la sangre puede causar la formación de placa y dañar las paredes arteriales.
• Se cree que tener un nivel alto de triglicéridos (un tipo de grasa en la sangre) y bajo de colesterol HDL (“el bueno”) o un nivel alto de colesterol LDL contribuye al endurecimiento de las arterias.

En la mayoría de los casos, este tipo de enfermedades o afecciones derivadas de la diabetes causan síntomas. Por lo que es importante que tu médico pueda revisar la presión arterial y hacerte un sencillo análisis de sangre para ver si tiene altos los niveles de colesterol LDL y HDL y de triglicéridos.

Estos factores también pueden aumentar su riesgo de tener enfermedad cardiaca:

• Fumar
• Tener sobrepeso u obesidad
• No hacer suficiente actividad física
• Tener una alimentación con alto contenido de grasas saturadas, grasas trans, colesterol y sodio (sal).
• Beber demasiado alcohol

Por ello, te recomendamos que no solo acudas al médico con regularidad, sino que también consideres tener una mejora en cuanto a tu alimentación, así como realizar actividades físicas.